“Lo inefable en la palabra”
La primera sesión del Seminario-Taller de Poesía Mística, organizado conjuntamente por el Centro Regional de Teología de Aragón y por la Fundación Fernando Rielo ha tratado sobre la importancia del silencio en la vida mística, reconociéndolo como espacio fértil para la creación poesía. Se mostró como está presente tanto en nuestros grandes escritores místicos del Siglo de Oro, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, como en autores contemporáneos como Fernando Rielo y Ramón Andrés, con ejemplos de algunos de sus poemas más conocidos.
Se partió de la pregunta ¿Cómo aprender a liberarse del ruido exterior? y ¿Cómo aprender a vivir el silencio interior?, pasando a analizar algunos conceptos claves sobre el silencio en la vida, en el lenguaje y deteniéndose en la importancia del silencio en la poesía. El silencio no es solo la ausencia de palabras, sino un elemento activo que da profundidad, ritmo, sentido y emoción al lenguaje poético. El silencio en poesía habla tanto como las palabras, destacando su capacidad de sugerir y de expresar el misterio, ya que la poesía toca lo inefable: el amor, la muerte, la belleza, lo divino.
Se trató el silencio según el filósofo Byung-Chul Han (en su libro Sobre Dios, inspirado en el pensamiento de Simone Weil), en el que subraya la necesidad del silencio frente a un mundo lleno de hipercomunicación, que impide el acceso a lo divino, ya que el silencio no es simplemente la ausencia de ruido, sino una presencia profunda, un espacio donde Dios puede hablar, y que requiere de nuestra atención profunda, abriéndose al misterio. Weil y Han coinciden en que el silencio es condición para el amor verdadero, que no busca poseer ni dominar.
Por último, se profundizó en la relación entre el silencio y la creación poética, desde la perspectiva de Simone Weil y Byung-Chul Han destacando como para ellos el silencio es el origen de la palabra poética, en el “vacío fértil” que el silencio ofrece donde aquella emerge como gracia. La creación poética es una forma de invocación y una búsqueda de verdad, no de utilidad. Para ellos, el silencio es el espacio de lo sagrado. Destacan, por otra parte, como el silencio es fundamental también en la misma estructura del poema: los espacios entre versos, las pausas, los vacíos, dan fuerza a la palabra. El silencio permite captar lo invisible, lo sutil, lo que escapa a la mirada superficial y es ahí, en esa profundidad, donde la poesía encuentra su materia.
A continuación, se desarrolló la parte práctica de lectura, comentario y análisis de los poemas, realizando un pequeño ejercicio de comparación entre un poema realizado con la IA y los poemas de diversos autores, interviniendo todos los asistentes al Seminario, concluyendo esta primera sesión con la lectura de los poemas de una de las participantes.





