Se han presentado a esta XXX edición 208 poemarios de 32 países
El P. Federico Lombardi, Director de la Sala de Prensa del Vaticano, presidirá la ceremonia de entrega del Premio a celebrarse en la Embajada de España cerca de la Santa Sede el 15 de diciembre.
El Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística celebra su XXX edición con la llegada, desde los cinco continentes, de 208 poemarios procedentes de 32 países, entre los que destacan: Argentina, Australia, Camerún, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, India, Japón, México, Nueva Zelanda, Portugal, Rumanía y Venezuela.
Fue creado por Fernando Rielo en 1981 con el fin de promover la poesía mística y encontrar y dar a conocer a aquellos poetas que unan una elevada espiritualidad a una auténtica expresión literaria. Cuando esta doble premisa no se cumple, se pretende otorgarlo, antes que declararlo desierto, a verdaderos poetas que, aunque no puedan ser estimados místicos en un sentido estricto, aportan una delicadeza digna de respeto.
Las obras que optan al Premio Mundial de Poesía Mística deben estar escritas en español o inglés o traducidas a uno de estos dos idiomas, ser inéditas y tener una extensión no inferior a los 600 versos ni superior a los 1.300. De convocatoria anual, está dotado con 7.000 Euros y la edición de la obra ganadora.
El reconocimiento alcanzado por este Premio ha permitido que la ceremonia de entrega del mismo se haya celebrado en sedes internacionales tan prestigiosas como la ONU en New York, el Senado de Francia y la Unesco en París, el Ayuntamiento de Roma, la Sala Gótica del Ayuntamiento de Colonia, el Museo del Prado, el Ayuntamiento de Madrid, la Sala del Consejo de la Provincia de Bolonia y la Embajada de España ante la Santa Sede.
Entre los poetas galardonados de ediciones anteriores están: José García Nieto, Luis López Anglada, José Javier Aleixandre, Valentín Arteaga y Rafael Alfaro (España); Marin Sorescu (Rumanía); Alain Bosquet (Francia); Charles Carrère (Senegal); Daniel Ben Rafael Stawski (Israel); Takis Varvitsiotis (Grecia); Laureano Albán (Costa Rica); Mateja Matevski (Macedonia); Irma Bettancourt (Chile); Gilbert Gómez (Perú-España); y en la última edición el dominicano Fausto Antonio Leonardo Henríquez, con la obra Gemidos del ciervo.
En las bases del Premio, Fernando Rielo señala cómo la poesía mística tiene por finalidad la confesión de la fe, y cómo la palabra humana, siendo imagen y semejanza de la palabra divina, debe trazar con mística pincelada un lenguaje de perfumadas esencias escondidas que evoque, sin ambages, el celeste destino humano. La poesía mística –afirmaba- en ningún caso es reductiva: eminentemente creativa, es susceptible de engendrar nuevos recursos estilísticos, nuevas formas y, en general, una riqueza inagotable para expresar, por medio de la imagen estética, la mística unión del alma con su Creador. La poesía mística es también visión universal y transcendental de una humanidad que en dolor y en amor camina hacia su celeste destino: añádese a esta mística marcha la naturaleza y el cosmos que se ofrecen al ser humano con el fin de lustrar el sentido más valioso de su unitiva experiencia de amor.
La poesía mística se diferencia de la poesía religiosa en que aquélla posee, a diferencia de ésta, un vasto horizonte por el cual recrea con pasión los valores multiformes de la espiritualidad humana. La llamada “poesía religiosa” —confundida, en muchas ocasiones, con la “poesía antimística o antirreligiosa” de increpación, desgarrada, vituperante e, incluso, blasfema— exhibe, por lo general, los rasgos de una búsqueda y un sentir, más que de creativa experiencia íntima, de carácter cultural. ¿Qué poeta no se ha planteado, aunque sea sólo de forma tangencial, el tema religioso? La propiedad definitoria de la poesía mística no es el tratamiento de Dios como tema, como descripción “existenciaria”, como recurso estilístico o como especie de elección ad experimentum, antes bien, es elevación a arte de la unión de amor con el Absoluto en tal grado que la constante poética debe evocar, en forma elevadísima, esta mística unión.
Haciendo un poco de historia de estos 30 años, han honrado este Premio como miembros del Jurado, en distintas ediciones, personalidades de la talla de: Luis Rosales, poeta y miembro de la Real Academia Española; Pierre Emmanuel, poeta y miembro de la Academia Francesa de la Lengua; José García Nieto, poeta y miembro de la Real Academia Española; Luis Jiménez Martos, poeta y crítico literario; Alonso Zamora Vicente, Secretario Permanente de la Real Academia Española; Gonzalo Torrente Ballester, escritor y miembro de la Real Academia Española; Valentín García Yebra, miembro de la Real Academia Española; Marie-Lise Gazarian-Gautier catedrática de Lengua y Literatura hispánicas, St. Jonh’s University; Claudio Leonardi, catedrático de la Universidad de Florencia; Gabriele Morelli, catedrático de la Universidad de Bérgamo; Dra. Dña. Annalisa Saccà, poeta y profesora de literatura en la Univ. St. John’s de Nueva York; Fidel Sepúlveda, miembro de la Academia Chilena de la Lengua Española, poeta y crítico literario; Fausto Aguirre, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Y lo han apoyado como miembros del Comité de Honor, entre otros muchos: los Cardenales: Paul Poupard, Presidente ejecutivo del Consejo Pontificio para la Cultura; Alfonso M. Stickler, Bilbiotecario y Archivista S.R.C.; Camillo Ruini,Vicario de Su Santidad Juan Pablo II; Antonio Cañizares, Prefecto para el Clero; Giacomo Biffi, Arzobispo de Bolonia; Mons. Lorenzo Frana, Observador Permanente de la Santa Sede ante la Unesco; M. Léopold Sédar Senghor, Miembro de la Academia Francesa; los Miembros de la Real Academia Española: Dámaso Alonso, Alonso Zamora Vicente, Valentín García Yebra; Ángel Martín Municio, Gonzalo Torrente Ballester, José Hierro Real, Gregorio Salvador Caja, Antonio Mingote, Luis Maria Anson; Odón Betanzos Palacios, Presidente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española; . Federico Zaragoza; Director General de la UNESCO; Rectores de las principales Universidades españolas e italianas; poetas de prestigio internacional.
Un hito de este Premio fue la entrega de la Vª edición del mismo (1985) en la Sede de la UNESCO, donde Fernando Rielo en su discurso afirmó: “La poesía es forma de una cultura que pasa por una espiritualidad insobornable; privada de este paso, no puede darnos el fruto de la paz. Esta función cultural nos plantea una definición: la cultura es sabiduría que eleva a sistema las intuiciones de la vida. Su lenguaje, la poesía; su fruto, la paz.”
Paz, hoy más necesaria que nunca, y por ello necesitamos seguir escuchando la voz de los poetas místicos y enriquecernos con su poesía.
Jefe Gabinete Prensa en lengua española: Ascensión Escamilla aescamilla@rielo.com